Amantes de las bajas pasiones cinematográficas…

Bruno Dumont: Entrevista


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Entrevista de Begoña Álvarez ( cuantoyporquetanto.com) al director francés Bruno Dumont, con motivo de su último largometraje, Flandres (2006).

“Mi trabajo no es hacer películas bellas, quiero provocar al espectador” . Esta es la línea que ha seguido Dumont desde la herida que dejó con La Vie de Jésus (1997) (Mención Especial en Cannes, un Cesar, Premio Jean Vigo y Película Revelación en los European Films Award); la hosquedad de L’Humanité (1999) (Mejor Actor, Mejor Actriz y Premio del Jurado en Cannes) o el inhóspito viaje por el desierto californiano de una pareja en 29 Palms (2003). En Flandres (2006) sigue fiel a esa premisa. Bruno Dumont la estrenó en Gijón y recibió con agrado el homenaje que le rindió el Festival Internacional de Cine de Gijón como reconocimiento a su trabajo. Pudimos ver sus cuatro películas y preguntarnos por qué en España no se ha estrenado ninguna de ellas, con la calidad y frescura que destilan. Avaladas por importantes premios europeos y el reconocimiento de la crítica. Cine duro pero necesario.

Señor Dumont: dice que el cine que hace no es real. ¿Son pesadillas?

Lo real es algo inaccesible que está en nuestra percepción. No es una necesaria realidad.

Es un cine sin mascaras, valiente, ¿qué busca con su trabajo?

Es la verdad de nuestra percepción, la verdad del mundo. Es lo mismo que trabajar como un científico para ver la realidad. El cine es un trabajo óptico, nos permite observar todo lo que es real.

¿De qué manera influye su bagaje filosófico en el cine que hace?

La filosofía trata de buscar la verdad para alcanzar la sabiduría, a través de mis películas yo sigo buscando ambas cosas.

A su última película, Flandes, la considera una historia de amor, asegura que no le gusta la belleza, pero el film está lleno de ella: el paisaje, la composición de las imágenes, los personajes…

No me gusta la belleza artificial, me gusta la belleza que extrae de la realización, de la puesta en escena, la que se puede observar de un paisaje. Lo que intento filmar es la belleza de nuestro interior.

Al personaje de Flandes, Demester, a pesar de su rudeza y de las relaciones sexuales con Barbe tan inexpresivas, le salva el actor, Samuel Boidin, con su mirada limpia, con la sinceridad que transmite y esa apariencia de buena persona. Si el actor fuera un tipo que trasmitiera maldad ¿se hubiera cargado al personaje?

Es lo que buscaba, que el espectador lo salvara. En esta película lo que buscaba era una lucha entre el espectador y el personaje y es el espectador el que tiene que salvar al personaje. Incluso si este personaje es malvado es el espectador el que tiene que juzgar.

¿Ésta es una de las ventajas de trabajar con actores no profesionales, porque utiliza la realidad del actor y lo que transmite?

Es exactamente eso, me gusta trabajar con la persona en sí, con la verdad de la persona y lo que hago luego es deformarlo, transformarlo. Lo mismo que trabajo con árboles verdaderos, necesito un hombre de verdad.

A los actores los utilizo como un elemento más de la composición de una imagen, busco la conexión de todos los elementos. La imagen estática de la pintura me lleva a la meditación, es mi fuente esencial de inspiración para conseguir lo que realmente me importa: el movimiento, la duración del plano. Las chispas que pueden saltar del montaje de dos planos neutros. Por eso hago cine.

Hay una cosa de la película que no me quedó clara: ¿por qué Barbe está convencida de que está embarazada de Blondel, habiendo mantenido relaciones sexuales con ambos?

Porque lo sabe.

¿Pero por qué? ¿No podría ser de Demester? (¿es un recurso para desquiciarle?)

Es el misterio de las mujeres.

¿Qué? (Río) ¡Es el misterio de la vida!

(Ríe). Lo que hay que comprender es que para mi la mujer sigue siendo un misterio. Yo soy un hombre, la mujer es otra persona, es un alter ego y cómo no la entiendo, a la mujer le doy poderes misteriosos.

(En una exagerada escena Barbe, sin hombres guapos en el pueblo porque se han ido a la guerra, se pasa la mano por la entrepierna en lo que parece secarse la humedad de su excitación, Dumont aclara: “Barbe no es una mujer, es una visión sexuada de la mujer”.

Ah, menos mal, pensaba que era el sudor que provoca un día de verano en la campiña francesa…)

Otro recurso que utiliza es La guerra: Capaz de sacar lo peor del hombre. Estamos viviendo un momento bastante tenso de guerras. Flandres muestra la crueldad, la degradación del hombre, la violación de una mujer (una escena muy dura)… y sin embargo la guerra cambia Demester, comienza a expresar sus sentimientos. ¿Qué piensa de la guerra? ¿Sirve para algo?

La guerra es necesaria. Pero es necesaria en el cine, no en el acto normal de las personas. Hay que sustraer ese acto y poner imágenes en lugar de los gestos. Los personajes de las tragedias griegas matan a sus propios hijos a sus propios amantes, a sus propios maridos y es algo necesario. En el teatro, no en la vida.

La forma en que refleja Flandres, siendo ficción, cómo se comportan unos soldados en una guerra ¿es más real de lo que vemos en las noticias a diario…

Si…

…porque muestra la parte oscura del ser humano, sin máscara?

Si. Por eso el cine refleja más verdad que los medios de comunicación.

¿Cómo se siente de poder manifestar estas cosas en sus películas? ¿de que se le considere un cineasta de culto?

Estoy orgulloso pero también soy muy humilde. Voy a rodar una película dentro de unos días y tengo miedo. Usted ve una película acabada pero hay mucha humildad…

¿Miedo o responsabilidad?

Son las dos cosas.

¿Utiliza el parapeto de la ficción y la libertad que le proporciona?

Si, es la fuerza de la ficción.

¿Piensa hacer alguna comedia?

Me gustaría.

Normalmente rueda en la campiña francesa, en Bailleul, donde nació, excepto su tercera película 29 Pams.

Quería rodar en Estados Unidos The End, un proyecto complicado. Todavía espero realizarlo pero es difícil, aunque no renuncio.

¿Por qué quería trabajar con actores tan famosos como Tom Cruise y Brat Pitt en este proyecto?

Lo importante de las estrellas no es el actor sino su relación con el público.

Escribe el guión de 29 Palms en quince días, una película de terror en el desierto norteamericano que considera autobiografía, excepto por la gore escena final ¿Cómo fue la experiencia americana?

Estados Unidos es como una representación de la mitología contemporánea. Fue una manera de criticar esa sociedad. Con 29 Palms traté de devolver las imágenes que Estados Unidos nos manda continuamente.

¿Ha podido estrenar en Estados Unidos sus películas?

Si, todas.

¿En festivales de cine independientes?

(Risas) Si, siempre. Se han visto en festivales de cine independientes, en universidades como la de Chicago… Se ve que hay un pensamiento crítico acerca de la propia imagen de Estados Unidos. Y a una parte de la sociedad americana le gusta 29 Palms.

¿Considera necesario tratar cuestiones como la guerra, la religión, el sexo?

Si. Por eso reincido.

Su próxima película ¿sobre que trata?

Va a ser sobre el amor… de Dios. ¡Amplio tema!

El de Dios… (bromeo) ¿el de la mujer lo deja aparte esta vez?

No, no. Es un tema de mujer.

¿Por qué ese misterio por la mujer? ¿Le cuesta meterse en su piel, analizar sus acciones?

Si. Por eso me interesa la mujer, la otra personalidad, el alter ego. También me interesa un bárbaro o un terrorista…

Para terminar: como realizador ¿cree que cualquier persona puede interpretar un personaje creíble sin ser actor profesional?

Si. El problema está en lo que quiere el realizador y lo que puede expresar el actor. Llegar a un acuerdo común porque no todo el mundo sabe actuar, sabe demostrar lo que busca realmente el realizador.

Le agradezco el tiempo que me ha dedicado. Suerte con su próxima película.

Un placer. Me acuerdo muy bien de tu reacción a la salida de la película. (Flandres)

Le miré a sus ojos azules. Así nos despedimos.

Bruno Dumont: “La palabra es mentira, no decimos lo que pensamos. Con mis películas busco crear tensión con una historia sencilla, hostilidad entre dos o tres personajes, un lugar, un paisaje… para provocar al espectador, para que piense, para que reaccione”.

5 comentarios

  1. Había visto los films de Dumont pero no conocía su forma de pensar sobre el cine. Sólo a través de este reportaje me he adentrado un poco más. Saludos!

    junio 20, 2007 en 2:48 am

  2. Que querra decir Dumont con eso de captar la belleza interior?, en que dificil mision se ha embarcado, yo que sepa la belleza interior es ajena a los sentidos, que aproximaciones usara este frances, me he quedado intrigado, prometo ver algunas peliculas de Dumont.

    Exelente Pagina¡¡

    junio 24, 2007 en 10:51 pm

  3. Muchas gracias, te recomendamos «La Humanidad», obra maestra del franchute.

    junio 27, 2007 en 5:37 pm

  4. Pingback: Y Cinefrancia se convirtió en… Ciclo “Francia” en la Filmoteca ONLINE GRATIS

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