La Infancia de Jess y Leslie : El Mundo Mágico de Terabithia

Gabor Csupo – El Mundo Magico de Terabithia (Bridge to Terabithia, 2007)

Luego de diversas cintas infantiles o familiares que se involucran con la fantasía o mundos imaginarios llegó a nuestras pantallas «El Mundo Mágico de Terabithia» que por su titulo (la traducción literal de su titulo del ingles sería «El Puente a Terabithia» da la impresión de formar parte de esta corriente, lo que, al solo ver los primeros minutos de la película es equivocado.

Aquí vemos a un mundo real tan a la par como el imaginario, otorgando nuevos elementos y personalidad a la cinta y al género.

Basado en el libro de Katherine Paterson, tal vez por este hecho encontramos personajes muy bien delineados y multidimensionales, arraigados en una tradición literaria realista infantil (Dickens) pero también con un imaginario fantástico complejo y lleno de matices que se ve influenciado desde Poe hasta Tolkien.

Presenciamos como Jess (Josh Hutcherson) simplemente se reencuentra con la alegría de vivir gracias a la aparición de Leslie Burke (Anna Sophia Robb) la chica de al lado, un espíritu libre y romántico con la capacidad de poder inspirarlo todo – quedan ya muy pocas como ella -dentro un entorno hostil para Jess.

El fin de la niñez y el inicio de la adolescencia son retratados por su realizador, el húngaro Gabor Csupo, con mucha empatía y emoción, lo que hace inevitable verse involucrado con cada una de las vivencias de sus protagonistas.

Alejándose de maniqueísmos el realizador expone a través de los niños una forma de afrontar la vida y los problemas que se presentan, usando la imaginación y creatividad como antídoto y aliciente, donde de ellos mismos puede surgir un mundo paralelo y fantástico en el cual también existen dificultades pero interviene el elemento mágico imaginario volviéndolo todo mas una aventura fascinante, una conquista, metaforizando a la realidad.

Siguiendo con el espíritu del actual cine independiente americano el filme se centra en personajes no muy bien adaptados con su entorno humano y con debilidades en sus relaciones familiares.

La imagen de la familia como eje del mundo infantil se retrata en dos formas distintas, primero tenemos a la familia de Jess, que es numerosa y con problemas económicos a pesar del esfuerzo de sus padres, lo que resiente la relación entre el protagonista y su papa (Robert Patrick) quien tiene buenas intenciones pero que por su posición realista y materialista al inicio no logra conectar bien con las ambiciones e ideales de su hijo.

Mientras que Leslie como hija única muchas veces siente la falta de un hermano y por la profesión de sus padres – escritores – se ve con mucho tiempo libre para dar rienda suelta a su imaginación, y aunque esta relación es bastante divertida y su formación paterna – intelectuales tan librepensadores como ella – dista de la de Jess, al final podremos ver que todos comparten el amor y la preocupación por sus hijos en crecimiento.

La irrupción de la tragedia finalizando la película da un muy interesante giro a la trama y hace crecer a los personajes llevándolos en el dolor a mostrar facetas de su personalidad antes ausentes.

Se presenta como el momento de cambio y crecimiento para Joss, el enfrentarse a la perdida en primera instancia lo desubica y llena de rabia, pero al final a través de todo lo bueno aprendido y compartido con Leslie logra encontrar la paz y la satisfacción de haber pasado un tiempo especial con su amiga ahora ausente.

La puesta en escena ubica tres lugares claramente diferenciados, pero que interactúan como nexo entre si, la escuela donde asisten Jess y Leslie, sus respectivas casas y el bosque de Terabithia. La ambientación y caracterización mas realista entre estos espacios es el de la escuela, que recoge muchas de las características ya mostradas en otros filmes de secundaria de carácter alternativo («Donnie Darko», «Elefante», «Wellcome to the Dollhouse», pero esta vez con una mirada madura, mas profunda y narrativa que no reduce los problemas por ser niños quienes los sufren.

Podemos ver un colegio común norteamericano, tal vez algo forzado en los estereotipos de sus estudiantes y profesores pero que usa esto hábilmente para demostrar lo encasillada que se encuentra la sociedad americana, y como ante la falta de guías – padres- los niños y adolescentes asumen y copian de otros ejemplos sus comportamientos, no olvidemos que «…Terabithia» es ante todo una película moral y didáctica que busca hacer tomar conciencia a quienes la vean del universo y problemas en el que se desenvuelven las nuevas generaciones. Un punto intermedio entre la realidad y la fantasía expuestas vendrían a ser las casas tanto de Jess y Leslie, ambas en medio del bosque, como dos extremos del mismo lazo.

Espacialmente se ven amplias, una nueva y otra vieja, como refugios acogedores y aventureros, que permiten a sus hijos un constante contacto con la naturaleza que les da el aire necesario para salir a enfrentar el ambiente hostil que inicialmente es la escuela.

Y Terabithia es el lugar de las fantasías, de la ensoñación que al inicio se hace un refugio del mundo real, pero que luego evoluciona para tornarse en una creación artística (de Joss) a lo que se suma el espíritu evocativo y nostálgico ante la memoria de la amiga perdida.

César Miranda